Cajamarca: Agricultores aprenden a monitorear plaga mosca de la fruta

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El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa desarrolla en Cajamarca el programa oficial de prospección y monitoreo de mosca de la fruta para recabar información real y actualizada de la dimensión poblacional de esta plaga.

Paralelamente enseña a los productores a elaborar e instalar trampas caseras de captura de la plaga en fase adulta, como mecanismo de control (control etológico). Este sistema también cumple las veces de monitoreo –no oficial- por parcela, que permite al agricultor identificar el estado de sus parcelas en relación a la mosca de la fruta.

En Cajamarca, Lizauro Terrones Cholán, del caserío Anispampa, distrito San Benardino, provincia San Pablo, es uno de los productores que, junto a su nieto, aprendió a elaborar trampas caseras para monitorear sus cultivos de mango, higo, café y lúcuma, todos hospedantes de la plaga.

Como Lizauro Terrones, un centenar de agricultores frutícolas del valle Alto Jequetepeque se capacitó en este proceso que generalmente es demandado por los productores que exportan o están en proceso a ello, ante la exigencia de los mercados internacionales.

El valle Alto Jequetepeque es la zona frutícola de la parte sur de la región Cajamarca y comprende 13 distritos de las provincias Cajamarca, Contumazá, San Pablo y San Miguel, que suman 2,220 hectáreas de cultivos hospedantes de mosca de la fruta. La principal producción es mango (convencional y orgánico), palta fuerte y chirimoya, en ese orden.

El Senasa cuenta con dos tipos de trampas oficiales; Multilure y Jackson, de atrayente alimenticio y sexual, respectivamente. En ambos casos, se trata de herramientas que conforman la red de monitoreo oficial de mosca de la fruta en la zona de producción del valle Alto Jequetepeque, con un total de 668 trampas instaladas estratégicamente.

Trampas caseras

Las trampas caseras son atrayentes de orden alimenticio, generalmente una mezcla de melaza y agua en recipientes de plástico color amarillo colocados en los bordes de las parcelas cultivadas, que permite realizar una lectura de la incidencia poblacional de mosca de la fruta basado en las capturas del insecto.

También se pueden elaborar trampas con chicha, miel de caña, macerados de fruta, fosfato diamónico y otros que concentren proteínas. Su uso se recomienda para cultivos de palto, mango, uva, rocoto y otras especies vulnerables.

Control integrado 

El control etológico, mediante las trampas caseras, es parte del control integrado de plagas que el Senasa promueve. El control cultural (entierro de frutos infestados, rastrillado de suelos, podas oportunas, periodo de campo limpio) es otro de los mecanismos que se recomiendan para reducir hasta en un 70% la incidencia poblacional de la plaga.