Cajamarca: Jornada de sanidad e inocuidad en San Pablo

• Centro de faenamiento de animales de producción tiene serias deficiencias.

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El Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, desarrolló una jornada de capacitaciones e inspecciones en temas de sanidad agrícola e inocuidad agroalimentaria en San Pablo, provincia cajamarquina que se caracteriza por la producción lechera y frutícola.

San Pablo registra 353 hectáreas de producción frutícola vulnerable a moscas de la fruta, en las que se cultivan principalmente mango, palto y chirimoya. En el tema pecuario, predomina la crianza de bovinos, como en toda la región.

En el aspecto de inocuidad, los servidores del campo del Senasa capacitaron a funcionarios de la municipalidad provincial, institución que tiene un rol determinante en el enfoque preventivo de la inocuidad en la cadena alimentaria porque ejercen autoridad en la comercialización y el transporte de los alimentos.

Adicionalmente se realizó inspección y capacitación personalizada en los puestos de venta de carne del mercado de la ciudad, como medida para incentivar a los comerciantes a implementar medidas sanitarias y de higiene que permitan la venta de alimentos inocuos.

El trabajo en inocuidad también incluyó la inspección del local municipal en el que se sacrifica ganado de producción de carne. Se halló serias deficiencias del proceso de faenado y el Senasa exhortó a los representantes a levantar las observaciones a la brevedad.

En el aspecto fitosanitario, los servidores de campo capacitaron a productores agrícolas en el manejo integrado de mosca de la fruta, específicamente en el método de control mediante la elaboración e instalación de trampas caseras para la captura y monitoreo de la plaga (control etológico).

Las trampas caseras generalmente se elaboran con melaza, pero pueden ser con otros elementos que sirven como atrayente alimenticio para la mosca de la fruta en estado adulto, siempre mezclados con agua. De esta manera se puede identificar el nivel poblacional de la plaga y facilita la toma de decisiones necesarias para su control.

Los especialistas recomiendan la instalación de 30 trampas por hectárea como mínimo para que la lectura recogida de estas herramientas sea más acertada.

Cabe precisar que el Senasa desarrolla la prospección y monitoreo de mosca de la fruta en esta parte de la región mediante la instalación estratégica de 648 trampas oficiales con atrayentes alimenticios y sexuales.