Senasa realiza vigilancia en mataderos para descarte de peste porcina clásica

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Senasa realiza vigilancia en mataderos para descarte de peste porcina clásicaLa peste porcina clásica (PPC) es una enfermedad causada por el virus ARN, el cual puede evidenciarse en las amígdalas y ganglios de los porcinos; por ello, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa colectó 55 muestras de estos tejidos en animales sacrificados en los mataderos autorizados de Junín.

Los especialistas en sanidad agraria del MINAGRI tienen como meta extraer 90 muestras de tejidos de cerdos reproductores (marranas y verracos), mayores de dos años y cuya última vacunación contra la PPC sea mayor a los dos meses previos al sacrificio en los centros de faenamiento de Junín.

Las muestras recolectadas son enviadas al laboratorio de la Unidad del Centro de Diagnóstico de Sanidad Animal del Senasa, para realizar el descarte o confirmación de la Peste Porcina Clásica.

En Junín se encuentran los mataderos municipales autorizados de Acobamba en Tarma, Chanchamayo, Satipo, Pangoa y Merejildo, en donde se faenan hasta 550 porcinos a diario. Estos establecimientos de faenamiento están registrados en el Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal – SIGSA.

La PPC es una enfermedad altamente contagiosa y de gran impacto económico; el virus que la transmite se aloja en la sangre, secreciones y excreciones (oro nasal y lacrimal, orina, heces y semen) y los tejidos, razón por la cual se toman muestras de amígdalas y ganglios mesentéricos, pues ambas son consideradas zonas vulnerables a la invasión del virus.

La enfermedad en su forma aguda es la más grave y presenta síntomas como temperatura alta, manchas circulares o irregulares en la piel de color purpura, decaimiento, falta de apetito y diarrea.

Dentro de la piara puede haber portadores asintomáticos que diseminen la infección, donde el único signo de enfermedad es el bajo rendimiento reproductivo, lo que puede ser motivo de descarte del animal, enviándolo al matadero.

El virus de la PPC se propaga con frecuencia alimentando a los cerdos con desechos crudos contaminados y puede propagarse por transmisión genital o inseminación artificial. Las cerdas portadoras pueden parir lechones infectados, de ahí la importancia de la vigilancia activa contra esta enfermedad en mataderos.