Piura: Senasa evalúa cultivos de uva ante probable aparición de plagas

Exceso de humedad favorece la diseminación de plagas como el Oídium.

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Senasa evalúa cultivos de uva ante probable aparición de plagasLa vid es uno de los productos bandera de la región Piura, alcanzando la exportación de 120 mil toneladas en la campaña 2016-2017, siendo los principales destinos Estados Unidos y los países asiáticos como China y Corea.

Al igual que otros frutos, la uva está propensa a ser atacada por diversas plagas que afectan el normal desarrollo de la planta, ocasionando daños de gran importancia económica en la producción. Una de estas plagas es el ‘Oídium’ (Uncinula necator), producida por un hongo ectoparásito ya que éste no penetra dentro de la planta sino que se localiza en el exterior de los tejidos vegetales.

La plaga ataca las partes áreas de las plantas, siendo su principal síntoma la aparición de una capa algodonosa de micelio gris blancuzco o blanco en forma de estrella que cubre, principalmente, la parte del envés de la hoja. En un ataque fuerte, las hojas se ponen amarillas y posteriormente se secan.

En la región Piura, los servidores del campo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa realizan labores de vigilancia en los predios de uva, con el fin de evaluar la presencia de la plaga en el cultivo para conocer su incidencia, teniendo en cuenta las actuales condiciones climatólogicas y ambientales que se presentan en esta región del norte.

El Oídium necesita temperaturas próximas a los 15º C para desarrollarse y propagarse, siendo las más optimas las que oscilan entre 25 y 28º C. Climas de 35º C y superiores a 40º C frenan su desarrollo y pueden provocar su muerte.

Ante la presencia de la plaga, conocida también como ceniza, cenicilla o polvillo, el Senasa Piura recomienda a los productores evitar los abonos excesivamente cargados de nitrógeno, condiciones de poca luz, exceso de humedad y abuso de tratamientos químicos, que son los causantes de la enfermedad.

Otros métodos preventivos y culturales implican la elección de un adecuado sistema de conducción de la parte vegetativa de la vid para permitir una correcta iluminación y aireación de la superficie foliar, también la ejecución de podas en verde, deshojados y despuntados de los sarmientos para facilitar la aireación y la penetración de productos fungicidas en la parte vegetativa, y la eliminación de la madera de poda, especialmente aquella que esté afectada y presente manchas oscuras en los sarmientos al final del ciclo vegetativo.